Poema La Cueva de Morgana

«¿Pero por qué señorita Le Fay,
cambias de forma, usas tus poderes
y violas al destino cuando te apetece?

Yo sé que me persigues por todas las partes,
que cuando los niños se cambian de acera
siempre hay al menos uno
que tiene tu mirada,

que la chica del metro tenía tu misma voz
cuando se acercó y me dijo,
que en qué parada se tenía que bajar
para no pasar la noche sola,

y que los pasos que me siguen
todas las noches hasta mi portal,
suenan igual que a tus tacones
cuando atravesabas
el pasillo de mi casa… desnuda.

¿Pero por qué lo haces?

Si sabes que estoy herido de muerte,
que me dispararon a traición,
y que todo tendría
que haber salido de otra forma
que tan siquiera llegamos a pensar.

Pero no fue así,
y tú bien lo sabes…

Y aunque consigas con tu magia
que la dependienta tenga
las mismas manos que tú…
cuando te masturbabas
delante de mí,

y la camarera
la mismas ansias que
cuando te agarrabas
a la balaustrada…
para gritar más fuerte
si cabe tus orgasmos.

Nunca podrás convencerme.

Porque yo sé
que cuando tenga realmente frío,
y llegue el día
que necesite hablar de verdad
con alguien,
y llegue ese momento trágico
en el que nadie
puede quedarse sólo
por nada del mundo…
no querrás quedarte entre mis brazos.

Yo soy como soy,
y tú también eso lo sabes…

Así que no malgastes más tu magia,
no te muestres más en mi camino,
solamente porque temas
que te vaya a olvidar…

Señorita Le Fay
eres un hada, una diosa…
por eso te aprendiste
mi dirección de memoria,
y no borras todavía
mi número de teléfono
de tu agenda.

Seguramente porque en el fondo
intuyes que llegará ese día
que te darás cuenta
que jamás encontrarás a un ser
más oscuro que yo,
y quizá te vuelva a apetecer
pasarlo en grande conmigo.

Pero si vienes,
ven siendo tú misma,
no aceptaré cualquier otro cuerpo
que no sea realmente el tuyo
tan imperfecto,
porque tú bien sabes
lo que me gusta que me hagan,
lo que busco…
y lo que quiero.»

Lucideces

Hay veces que, cuando casi das por perdida a una persona, hace algo que te sorprende de nuevo.

~ por Morgana en 4 febrero 2010.